domingo, 26 de septiembre de 2010

Una aproximación al nacimiento de Los fetos (aeróbicos)


I.

Ha habido, a largo de las universidades en las que estado, dos, siempre dos, no más que uno, no más que otros, pues, grupos de oleaginosos de destartaladas grebas que se sentaban en el ágora de ahora a hablar al viento y de la vida desde el Hades o el Edén salasiano, desde aquellos desquebrajados paraísos de acera lacerada para, cuando no, mecanografiar y publicar todo lo antes dicho. Hombre, pienso en la generación “Pluma Negra” o la “del Cigarrillo” de la Villarreal y los sanmarquinos del RELIT, amén de los de “Letrina de letras” que no es un grupo literario sino más bien comunicacional-sensacionalista o de integrado número 07.

¿Qué tienen en común un lito-lingüista, un ingo-filósofo y una literalista1? Se escuchó, desde lo más horondo del corazón elucubrado, volcado fuera, del lito-lingüista.

–¿Que los tres respiran en medio de lo amniótico? –Repreguntó, con desdén, el ingo-filósofo.

–… –Repiqueteó una ausente literalista.

Con una pregunta existencialista o más bien surrealista y maniquea, comenzó este drama en lira que se irá escribiendo hasta que los hartazgos, los egos, las tirrias, algunas mujeres de culos hondos o no tan hondos, socaven los corazones de estos dos hombres, o, en su defecto, algún admonitor ente –se recuerda a un primer cadáver– entre y lacere el corazón de una choco-literalista que va al dentista. Nevermore.

1 Léase mi neologismo literalista, no el comunísimo literata.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Las alcaldesas de Lima


Francamente, no iba a escribir nada en el blog esta semana. Si bien tenía un par de ideas que rodaban en mi cabeza, me sentía laxo. No de mi habitual pereza mezclada con un empacho –literalmente– de fin de semana, no, sino de escasez de ánimo o más bien de buena ironía, esa, de la que se caracteriza mi salvaje prosa.

Ergo, leyendo la prensa de hoy, caigo en cuenta de un cruento error, un garrafal yero. Tan común en la prensa de hoy en día, además. A esta guisa, desde hace meses estoy llenando  una hemeroteca cuantiosa –casi todos los días compro periódicos: Peru21 y eventualmente Correo, para leer las infelices columnas del dicharachero Aldito, de lunes a viernes; El Comercio y La República, los fines de semana, ya que los suplementos dominicales de ambos y las columnas de los republicanos enmerecen y mucho, respectivamente, estos periódicos; y por supuesto Hildebrandt en sus trece todos los viernes–. Y no hago sino guardar los artículos que me parecen rescatables en cajas que olvidaré en unos meses.

–¿Por qué no lees los periódicos en internet en vez de comprarlos? –Preguntó, un sábado de mañana, asombrado, mi padre.
–Porque no es igual leer un periódico en pdf que mancharse las manos con la prensa. No leo los periódicos con pinzas como lo hacía el abuelo de Bryce pero sí con avidez de morbidez. –Le respondí, secamente.

Dos mujeres, un municipio. Todo indica que por primera vez una mujer será la alcaldesa electa de Lima. Un Close up de las dos candidatas favoritas en una semana candente. F4uno Poder. Famélica. Hoy 8:00pm.

Reza la publicidad de tal programa en diarios tan serios como El Comercio y su anexo Peru21. A simple vista, perturba la atención ese parafraseo de título de novela mexicana y, a acuciosa vista, el yerro. Todos sabemos de qué programa y de qué canal se trata aunque los malmascare –neologismo para enmascarar mal que acabo de proponer, léase, inventar–. ¿Es que acaso para ejercer el oficio periodil no se ha requerido 5 años de estudios en la superior, oiga? O es que, como dice un blogger venezolano, Dross, estudiar comunicación social es como ir a estudiar creatividad, es, pues, una mera estafa. No sé, no estudio comunicación social y poco me interesa la carrera. "Escribimos por amor, por goce y por necesidad, no por oficio" le diría un fatigado Arguedas, allá por mediados de 1979, a un pavoneado Cortázar. Pero esa es otra historia, una historia literaria. Volvamos al ámbito local, a lo efímero de las noticias nuestras.

Diversos columnitas ya daban por sentado que Lima tendría una segunda alcaldesa, no primera, señores de F4uno Poder. Algunos bloggers, tengo noticia, como Fernando Tuesta Soldevilla, verbigracia, nos pregunta e informa que:


¿Sabía usted que?
• Las primeras elecciones municipales libres y competitivas se realizaron en 1963. • La primera alcaldesa provincial de Lima fue Anita Fernandini de Naranjo: 1963 – 1964. • El primer alcalde elegido por voto popular, en 1963, fue Luis Bedoya Reyes (Alianza AP-DC). • Etcétera, etcétera.

Al parecer no muchos lo sabían. Pero, ¿quién es Anita Fernandini de Naranjo? Yo no viví en aquella época, dirán algunos de F4uno Poder. ¿Cómo saberlo? Se preguntarán en la zona de investigación de F4uno Poder, alarmados todos. Pues, basta con poner Anita Fernandini de Naranjo en Google o Wikipedia para descubrirlo, ¿o será que eso es muy difícil amigos periodistas?

A propósito de esto, no solo se gestan errores en la prensa nacional sino una imparcialidad súmmum que linda con lo grotesco bananero. Correo y su director, el mencionado líneas arriba Aldito de M, digo, Aldito M., son un buen ejemplo. Ya sabemos, Aldito, que eres fujimorista, de ultra derecha y un huachafo consumado, pero sacar titulares como este ya es un poco estrecho, ¿no crees? Ay, Dios, me pregunto, ¿qué diría El Amauta, José Carlos Mariátegui, tu abuelo, con tanto mamarracho que escribes y que sacas en el periódico? Pobre Mariátegui... Podría friccionarlo al estilo de don Luis Freire Sarria, tan buen escritor el ñorse; no como tú, Aldito. O será que, como dice mi buen amigo Arturo: "(...)otra vez, cómo se gana la vida ese hombre..." en un poema inédito. Es cierto Arturo, hay que ganarnos los frijoles, ya subieron.

Pobre pata Susana –Juan Acevedo dixit–, viene siendo escarnio de todo el poder mediático. Y no solo por parte de Aldito sino de otros periodistas. "Susanacha rojacha, Caperucita roja, caviar" etc., etc., oigo decir y leo en esta prensa, tan enfermita la pobrecita. Aunque esto trae cola, señores, como bien lo sabe la propia Susana y nos lo dice Augusto Álvarez Rodrich. ¿No será acaso que tanto acoso, tanta zafia propagandística le den, implícitamente, un espaldarazo a la pata Susana? ¿Cómo quedará todo esto? Cómo saberlo. Yo, por mi parte, voy a favor de doña Susana, no quiero tener cargo de conciencia si sale Lulú, ya que el voto por algún pitufo  candidato de porcentaje mínino o en blanco es como decantarse por el favorito, léase, Lulú de cartón. Siempre he creído que debemos participar en política, aunque nos joda, aunque la veamos como un mal, un mal necesario. Somos, pues, como bien lo diría Aristóteles en el siglo IV antes de nuestra era, animales políticos y animales racionales por naturaleza. Para ilustrar lo antes dicho, un texto del escritor alemán Bertolt Breacht (1898 - 1956):

"El peor analfabeto
es el analfabeto político.

Él no oye, no habla
ni participa en los acontecimientos políticos.

No sabe que el costo de la vida,
el precio de los frijoles, del pescado,
de la harina, del alquiler, del calzado
y de las medicinas
dependen de las decisiones políticas.

El analfabeto político es tan animal 

que se enorgullece e hincha el pecho
al decir que odia la política.

No sabe el imbécil que
de su ignorancia política proviene
la prostituta, el menor abandonado,
el asaltador, y el peor de los bandidos,
que es el político aprovechador,
lacayo de las empresas nacionales y multinacionales”.